Proyecto literario
Las adaptaciones de videojuegos suelen ser una mierda, ya todos saben eso por experiencia. A diferencia de otras adaptaciones como las de libros, series o comics, parece que se les dificultan hacer adaptaciones de videojuegos por el simple hecho de que no pueden sostenerse en otro medio de entretenimiento. Ya sea porque el medio al que quieren adaptar es limitado, como las películas, porque los personajes son unidimensionales, que la historia es simple o inexistente, etc... No necesito dar ejemplos de ello por obvias razones.
Lo que más me molesta es que en algunos casos las compañias deciden, o hacer un tie-in precuela que explique el trasfondo de la trama, lo cual deja en claro que el juego tiene una cagada de continuidad, o hacer el producto incompleto para que la gente lo compre, haciendo que sea un corte de manga para el público y que al final no queramos saber nada del material original. Con todas estas complicaciones, tengo dos soluciones:
El primero es coger un rpg de narrativa lineal, contratar a un guionista de calidad, y que adapte la historia completa todo lo que se pueda de manera decente.
Y el segundo es convertir un juego sin historia en una serie episódica, ya sea de slice of life o de comedia.
De esta última es de la que hablaremos hoy.
The Legend of Zelda (ゼルダの
A partir del lanzamiento del primer juego en 1986, The Legend of Zelda ha logrado una notable popularidad acompañada de críticas favorables en la industria de los videojuegos, traducidas en un cuantioso éxito comercial a nivel internacional23 —hasta abril de 2020 se calculan más de 113 millones de copias vendidas de sus juegos; para las ventas específicas de cada título de la franquicia, véase la sección Comercial—.
Como sabéis, Nintendo no quiere que se le hagan adaptaciones de sus juegos por miedo a que manchen su imagen, pero no siempre fue así. Verán, durante los 80 y 90 con el boom de los videojuegos, muchas compañías y estudios aprovecharon la ocasión para hacer series y películas de estos, con resultados contraproducentes a nivel de guión. Solo Mario y Sonic salieron bien parados. Y con Zelda, ya lo veréis enseguida. La serie de Zelda fue creada por DIC Entertainment y distribuida por Viacom Enterprises.
Sí, se que DIC se pronuncia polla en inglés. Pero la productora era francesa, ellos no sabían.
Esta serie sustituía la programación El show de Super Mario Bros (una serie decente para lo que se propone) los viernes. Consta de 13 episodios y se emitió desde el 8 de septiembre de 1989 hasta el 1 de diciembre. Así es, duró menos de tres meses, indicando el poco rating que hizo. ¿Qué hicieron los guionistas para acabar así? Veamóslo ahora mismo.
Para esta ocasión vamos a probar algo distinto. A diferencia de otros productos que he reseñado, no vamos a criticarla spoileando la historia, debido a que es una serie episódica, y dada la cancelación, no hay una trama o subtrama por seguir. Así que en esta entrada, reseñaré el producto como si fuera un análisis separando las cosas en categorías, aunque no las ordene y los mezcle en ocasiones. Pero ya, dejemos de perder el tiempo. ¿Cuál es la premisa de esta versión?
La premisa trata de que Zelda y Link deben proteger a la trifuerza del conocimiento, quien les da consejos, para evitar que Ganon la robe, aconsejado por la del poder. Osea, acabo de resumir la serie entera, más que nada a que es episódica porque eso estaba de moda en aquellos tiempos, y no sería malo, si no fuera porque es repetitivo. Veréis, como la trifuerza del conocimiento solo se encuentra ubicada en el castillo de Zelda todo el tiempo, cada episodio se trata de lo mismo: Hay un concurso de brujos, Ganon invade el castillo; es el día de la limpieza, Ganon invade el castillo; es el día de los inocentes, Ganon invade el castillo; y sigue. Me podrán decir que solo me copié la frase de Super Varo Blog, y que solo me vi unos cuantos episodios, pero no miento cuando digo que todo el dibujo animado es así.
¿Y saben cuál es el otro problema con esta premisa? ¡No hay expansión del mundo! ¡El mundo de Hyrule, fuera de dos o tres zonas, se queda estático, por lo que se vuelve monótono y genérico! Y si nos lo tomamos como adaptación, de una franquicia de aventura en donde exploran todos los países del mundo en distintas épocas y dimensiones, se vuelve decepcionante. Hasta Link en la serie dijo que estaba hasta los cojones de estar en el castillo sin hacer nada. Sé que no debería tomármelo tan a la ligera, ya que solo adapta el primer juego, sin embargo hay que tener en cuenta que Zelda II llegó a Europa el 26 de noviembre de 1988 (nueve meses antes), y viendo el trabajo técnico, no creo que DIC haya tardado dos o tres años en producirlo.
Ya que hablamos del apartado técnico, hablemos de la animación. Es mediocre.
Algunas veces se ve estática, otras veces hay errores, como el que mostré hace unos segundos con el croma cortado, o cuando Zelda tiene los colores erróneos en un episodio. No sé cuánto tiempo tardaron en la realización de la temporada, pero para nada fue antes de la distribución de Zelda II. Los diseños de los personajes son genéricos, de tu típica historia de fantasía medieval, y los fondos por lo menos son bonitos, cuando se muestran bien claro. Pero bueno, al menos hay más movimientos que en Heman.
La banda sonora por el otro lado, se escucha bien. No es nada del otro mundo, pero es disfrutable. A excepción de sonidos de los efectos sonoros del videojuego, que lejos de intentar ser fiel al material original, llega a molestar en ocasiones. (¡A sí, casi se me olvida de un error de voces en otro episodio!)
Por fín terminamos con las superficialidades, y ya que la serie no tiene un rumbo fijo, hablemos de los personajes tanto como adaptación, como de forma independiente. No voy a hablar de personajes episódicos como el duende vendedor que estafó a Link con una espada de mierda o la señora del muro. Empecemos con la princesa que tiene su nombre en la franquicia, Zelda.
Hay muchas versiones de ella en los videojuegos, pero para no ser injustos, solo tomaremos los de Nes. En la serie de hecho, Zelda llega a ser útil en el combate, incluso más que su Link. Lucha contra los monstruos con sus armas mágicas, no se deja intimidar, y también hace la mayoría de planes. Caso contrario con la original, donde solamente rompió su trifuerza en varios trozos y los escondió en el primer juego, y en el segundo estaba dormida.
Al principio parece un buen personaje, pero tenían que arruinarla. Los productores se esforzaron tanto con que se viera ruda, que la acabaron convirtiendo en una histérica, y además paradójicamente la secuestran cada dos por tres. Es la princesa guerrera y la princesa en apuros al mismo tiempo, ¿cómo es siquiera posible eso? Y su personalidad va entre ser chillona o mandona. Y su diseño es de una princesa elfa genérica. Es una mala personaje, pero tristemente es la mejor en comparación con los que vendrán más adelante.
A continuación tenemos las trifuerzas del conocimiento y del poder.
¿Y saben cuál es el otro problema con esta premisa? ¡No hay expansión del mundo! ¡El mundo de Hyrule, fuera de dos o tres zonas, se queda estático, por lo que se vuelve monótono y genérico! Y si nos lo tomamos como adaptación, de una franquicia de aventura en donde exploran todos los países del mundo en distintas épocas y dimensiones, se vuelve decepcionante. Hasta Link en la serie dijo que estaba hasta los cojones de estar en el castillo sin hacer nada. Sé que no debería tomármelo tan a la ligera, ya que solo adapta el primer juego, sin embargo hay que tener en cuenta que Zelda II llegó a Europa el 26 de noviembre de 1988 (nueve meses antes), y viendo el trabajo técnico, no creo que DIC haya tardado dos o tres años en producirlo.
Ya que hablamos del apartado técnico, hablemos de la animación. Es mediocre.
Algunas veces se ve estática, otras veces hay errores, como el que mostré hace unos segundos con el croma cortado, o cuando Zelda tiene los colores erróneos en un episodio. No sé cuánto tiempo tardaron en la realización de la temporada, pero para nada fue antes de la distribución de Zelda II. Los diseños de los personajes son genéricos, de tu típica historia de fantasía medieval, y los fondos por lo menos son bonitos, cuando se muestran bien claro. Pero bueno, al menos hay más movimientos que en Heman.
La banda sonora por el otro lado, se escucha bien. No es nada del otro mundo, pero es disfrutable. A excepción de sonidos de los efectos sonoros del videojuego, que lejos de intentar ser fiel al material original, llega a molestar en ocasiones. (¡A sí, casi se me olvida de un error de voces en otro episodio!)
Por fín terminamos con las superficialidades, y ya que la serie no tiene un rumbo fijo, hablemos de los personajes tanto como adaptación, como de forma independiente. No voy a hablar de personajes episódicos como el duende vendedor que estafó a Link con una espada de mierda o la señora del muro. Empecemos con la princesa que tiene su nombre en la franquicia, Zelda.
Hay muchas versiones de ella en los videojuegos, pero para no ser injustos, solo tomaremos los de Nes. En la serie de hecho, Zelda llega a ser útil en el combate, incluso más que su Link. Lucha contra los monstruos con sus armas mágicas, no se deja intimidar, y también hace la mayoría de planes. Caso contrario con la original, donde solamente rompió su trifuerza en varios trozos y los escondió en el primer juego, y en el segundo estaba dormida.
Al principio parece un buen personaje, pero tenían que arruinarla. Los productores se esforzaron tanto con que se viera ruda, que la acabaron convirtiendo en una histérica, y además paradójicamente la secuestran cada dos por tres. Es la princesa guerrera y la princesa en apuros al mismo tiempo, ¿cómo es siquiera posible eso? Y su personalidad va entre ser chillona o mandona. Y su diseño es de una princesa elfa genérica. Es una mala personaje, pero tristemente es la mejor en comparación con los que vendrán más adelante.
A continuación tenemos las trifuerzas del conocimiento y del poder.
No, no estoy de coña. Realmente son personajes en la historia.
Mientras que en los juegos son solo objetos milenarios de profecías, aquí son objetos y personajes que pueden hablar. En la serie son unos sabios que guían y dan consejos a modo de acertijos a los personajes, la del conocimiento a Zelda y Link, y la del poder a Ganon respectivamente. Al parecer los productores les daban paja adaptar a Impa, y decidieron que era mejor idea convertir los objetos en guías. Y no esperen ver la del valor aquí, porque la serie adapta el primer juego y ahí no aparece.
Luego tenemos a Link, que sin rodeos, es el peor personaje de la serie.
El Link de los juegos, no solo el de Nes, sino casi toda la franquicia, es un caballero mudo unidimensional que, aparte de formar parte de una profecía, actúa más que nada como el chico de los recados del resto de héroes. No le culpo a Shigeru Miyamoto, los personajes de videojuegos de los 80 suelen carecer de personalidad. Por lo que los responsables de hacer la adaptación tienen dos opciones: O eres fiel al videojuego, y haces que los personajes tengan una personalidad aburrida. O le inventas una personalidad. ¿Y cuál es la personalidad que le dieron al elfo?
Lo hicieron un comediante que no para de hablar, solamente para que llamase la atención de los niños. Pero en su lugar, lo convirtieron en un payaso sin gracia que a veces es molesto. No es necesario ser fieles en las adaptaciones por el bien de la experimentación, ¡pero coño, habían mejores arquetipos que encajaban mejor con la fantasía! Además le dieron dos frases celébres, porque en los ochenta estaba de moda para que molase. La primera es Kiss me, ya que en esta versión está enamorado de Zelda, pero actúa más como uno de esos frikis acosadores que espantan a las chicas. La segunda, y la más popular, es: Well excuse me, princess!
Esta última frase se convirtió en un meme por lo ñoño que es. Sin embargo no duró mucho tiempo, y no llegó a estatus de Youtube Poop Hispano como la trilogía de CDI. En resumen, este Link, como adaptación es una deshonra, y como personaje independiente es un comediante de poca monta. Y por último tenemos a Ganondorf, el villano de la serie.
Siendo justos, en los primeros juegos apenas tiene aparición fuera de los manuales. En el primer juego es el jefe final y no apareció antes de la batalla, y en la secuela solo aparece en el Game over, los de DIC no tenían mucho material. Y honestamente, es el que tiene el mejor diseño de la serie, a pesar de ser un brujo con cara de cerdo, los detalles que le pusieron son más currados que los del resto. La personalidad es otra cosa.
En esta versión, él es el arquetipo de un villano de alivio cómico, debido a que en esos tiempos era una costumbre hacer a los villanos como un alivio cómico para no traumar a los niños. Claro, podría funcionar en el contexto de la serie, el problema es que está mal ejecutado.
Un problema grave que tiene es que es gilipollas. ¿Por qué digo esto? Verán, aquí le dieron el poder de la teletransportación, de hecho lo utiliza muchas veces dentro de su guarida fácilmente, pero cuando toma la trifuerza del conocimiento, ¡el muy menso sale corriendo! ¡¿Pero qué mierda es esta tontería?! ¡Cuando está descansando se teletransporta cuántas veces se le da la gana, pero al momento de conseguir su objetivo, se le mete a la cabeza que es un buen momento para ponerse en forma! ¡¿Se puede saber qué te pasa?! ¡¿A caso tu trifuerza te lo prohíbe o qué?! Y si fuera él, usaría mi poder de teletransportación para robar el artefacto en un abrir y cerrar de ojos, y hubiera conquistado el mundo hace muchísimo tiempo. Haber, si no quieren que lo use para que el bien gane, ¡¿Por qué le dan dicho poder para empezar?!
Tampoco es que Link y Zelda sean más espabilados. Por alguna razón vuelven a poner el objeto que recuperaron en el mismo sitio donde la robaron, sin ninguna medida de seguridad para impedir que ocurra de nuevo. No me creo lo imbéciles que llegan a ser en cuanto a guardar un artefacto valiosísimo, pero igual necesitarían una trama de una forma u otra.
Regresando con el villano, sus ridiculeces no te dan gracia, sino pena ajena. Solo es un mago que ni es simpático ni es imponente. A parte de robar una trifuerza, su otro objetivo es casarse con Zelda, que seamos sinceros, no es tan raro como la gente lo hace pintar. Para ir terminando con este Ganon, es un malo de pacotilla que lo único bueno que tiene es su diseño (debería poner una imagen de este Ganon como perfil del blog algún día).
De los personajes originales de la serie no tengo mucho de qué hablar. Tenemos un hada llamada Sprite que está enamorada de Link, y solamente sirve para un triángulo amoroso penoso. Y el rey de Hyrule es ingenuo y ya, aunque lo interesante de él es que Nintendo adaptó al personaje en futuros juegos.
Y esa es la serie de Zelda, monótona, genérica, otra víctima de adaptar mal un videojuego.
3/10
Por lo menos es mejor que los juegos de CDI, que ya es decir mucho. Después de eso y otros proyectos más, Nintendo abandonó la idea de seguir dando licencias para que las adapten por los resultados desastrosos conocidos. Sé que en la actualidad les dio luz verde a Warner Bros para hacer la adaptación de detective Pikachu, y que éste tuvo éxito, pero no tengo esperanza con lo que nos van a dar en el futuro.